Grandes machadas del cine de Acción: Ciudad de ladrones.

Gran machada: «Es para ti».

‘Qué te den por culo’ es la nota que Ben Affleck deja pinchada en la antena del coche del agente federal John Hamm (Don en ‘Mad Men’) porque así son los chicos de Charlestown; y así se lo explica en su cara a cara, cuando van tras la banda de ladrones que ha robado 6 furgones y 2 bancos. El FBI saben quienes son, que son ellos, pero como la Justicia trabaja de esta manera, necesitan pruebas que los incriminen. Sin embargo, lo que desconoce el FBI es que las niñas y los niños en cambio de recibir una apropiada educación americana en Boston, allí se crían distinguiendo a quien pertenece tal vehículo y cual otro.

A partir de ahí empieza el verdadero pulso entre la ley y la delincuencia, policías y ladrones, sean quienes sean los buenos y los malos, celebrando una barbacoa en la que se reúne la banda y familiares. La Oficina Federal de Investigación les toman unas fotografías entre chuleta y chuleta, y ya pueden desglosar pieza a pieza para ponerles contra la espada y la pared. Después en la sala de reuniones, los dos responsables de la operación contra la lucha de los asaltos a los bancos, especialidad de Charlestown, informan a sus subalternos quien es el conductor, quien es el técnico informático, quien es el conflictivo que estuvo en la cárcel y quien es el cabecilla de la banda. Señalándolos uno a uno, intentando que alguno cante, cometan un error que los lleve a Chirona o que sepan que los están vigilando las 24 horas.

En el interrogatorio, la primera toma de contacto entre las dos partes, donde las pruebas del FBI les conducen a la banda de Ben Affleck y éste responde que en realidad no tienen nada con fundamento ni consistente porque van dando palos de ciego, y más de donde viene él, marcándose un discurso por deformación profesional: «las antenas de los coches del FBI son de color negro mate y están en el capó trasero a un palmo de la luna, las de la poli estatal llevan un latiguillo y las de la poli de Boston son antenas Iphone. Cualquier crío de aquí sabe como es una antena del FBI, así que la próxima vez que queráis ir de listos, sed más listos que un niño de seis años», como si formara parte del pan de cada día, de su día a día, igual que deben conocer los nombres de los jugadores del equipo titular de los Boston Celtics.

Pasa lo que pasa, que cuando los ladrones van un por delante de la policía, éstos por muchos impedimentos y recursos que utilicen siempre quedaran atrás, y ya de paso, haciendo el ridículo allá por donde van.

El agente Frawley (Jon Hamm) del FBI mientras acecha a Doug MacRay (Ben Affleck) tras ponerle el señuelo en la casa de la chica, Clarie Keesey (Rebecca Hall), para que ella le traicionara. Sale a la calle y se dirige a su automóvil. Ve la nota en la atena («las antenas de los coches del FBI son de color negro y están en el capó trasero a un palmo de la luna») y como sabe que ha perdido, no acepta la derrota. Mucho menos tragarse el orgulo y la vergüenza de ser un jodido loser en ese extraño vínculo competitivo entre él y Doug MacRay.

Es de suponer que no traga con la sorna del rival, que se la hecho comer entera, por lo que decide pasar de manera infantil -nunca como un niño de Charlestown- el mensaje al primer tolai que pasa por ahí.

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De todo un poco.
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